“Una cosa no es nada, dos son una relación, tres una composición” – escucho que dice mi amigo arquitecto. Agrega “hay una curva que refleja la aceptación de la mente ante la cantidad de cosas en una composición.” Es decir, después de cierta cantidad de cosas la composición se descompone.
En la ventana la niebla extiende un abrazo que indiferencia todo, borra las diferencias y huele a unidad. Es la lucha por la composición, es la lucha de ser con otros.
Brave New World!!! La imagen de una composición feliz, la cantidad precisa en el orden preciso. Sin ninguno de los pesares de la infelicidad: no hay familia, ni amor, ni odio, ni libertad, ni dolor, ni temor a la muerte. Sólo hay piezas de la composición social felices en su lugar, entregados a cumplir la función que les corresponde, incapaces de imaginarse algo distinto. Y ante el menor “discomfort”: soma pa que lleve.
“Because our world is not the same as Othello’s world. You can’t make
flivvers without steel – and you can’t make tragedies without social
instability. The world’s stable now. People are happy; they get what they want,
and they never want what they can’t get. They’re are well off; they’re safe;
they’re never ill; they’re not afraid of death; they’re blissfully ignorant of
passion and old age; they’re plagued with no mothers or fathers; they’ve got no
wives, or children, or lovers to feel strongly about; they’re so conditioned
that they practically can’t help behaving as they ought to behave. And if
anything should go wrong, there’s soma…”
“Our Ford himself did a great deal to shift the emphasis
form truth and beauty to comfort and happiness. Mass production demanded the
shift. Universal happiness keeps the wheels steadily turning; truth and beauty
can´t.”
Movimiento esquizofrénico de las sociedades humanas actuales, parten de su auto-concepción como homo homini lupus, y pretenden llegar a la estabilidad mediante la disciplina paranoica. Ni somos sólo conflicto, ni podremos nunca eliminarlo por completo.
1 comentario:
“Cuando los temporales eran fuertes, determinadas las noches se oía claramente el asalto de las olas contra la pared de la habitación y su rompimiento a través de las palabras” M. Duras ("Los ojos azules pelo negro)
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