By neglecting legitimate concerns, free traders court danger in the developing world
…First, there is the perception that the whole discourse and architecture of international trade smacks of double standards and hypocrisy.
...Third, when pursuing trade liberalization, and particularly when signing free trade agreements, democratic discussion has been muted... For whatever reason, the truth is that there are few cases in which the issue of trade liberalization has been at the center of an open democratic debate. It was certainly the case in Costa Rica, where the ratification of CAFTA was recently put to referendum—a low quality debate, to be sure, but a debate in the end.
…The fourth point is crucial. While the effects of trade liberalization on poverty are generally positive, its effects on income distribution are debatable at best. Trade liberalization has come to be identified with growing income inequality, within and between countries…"
Hablando de hipocresía y pobreza del debate, hay hechos que no se pueden olvidar:
Estimados don Oscar y don Rodrigo:
La campaña sobre el TLC se está convirtiendo en lo que nunca debimos haber dejado que se convirtiera: una lucha entre ricos y pobres, y entre pueblo y gobierno… Así no hay forma de ganar. Es urgentísimo meter en la campaña, por lo menos, a los pequeños empresarios, a los solidaristas y a lo que se pueda del cooperativismo. Y cuando decimos meter en la campaña es, simplemente, que "aparezcan" por todo lado las caras de algunos de sus líderes.
Pero hay que hacer algo más, particularmente con los 59 alcaldes del PLN. Hay que hacerlos responsables de la campaña en cada cantón y transmitirles, con toda crudeza, una idea muy simple: el alcalde que no gana su cantón el 7 de octubre no va a recibir un cinco del gobierno en los próximos 3 años.
Más allá de lo que se pueda hacer en las comunidades y en las empresas, es tan poco el tiempo que queda, que no hay que tener pudor alguno en saturar los medios de comunicación con publicidad. Y precisamente por el corto tiempo, es imperioso dirigir la campaña en dos direcciones:
2. Estimular el miedo. Ese miedo es de cuatro tipos:
I. Miedo en la pérdida del empleo.
II. Miedo al ataque a las instituciones democráticas. Es crucial convertir al SÍ en equivalente con la democracia y la institucionalidad (es lo que decía Eduardo Ulibarri: hay que ir llenando al SÍ de un contenido de valores y al NO en equivalente de la violencia y la deslealtad con la democracia) Aquí hay algo muy importante: esta campaña ya dejó de ser racional y, en consecuencia, sobre el contenido del TLC.
III. Miedo a la injerencia extranjera en el NO. Hay que restregar por todas partes la conexión del NO con Fidel, Chávez y Ortega, en términos bastante estridentes.
IV. Miedo al efecto de un triunfo del NO sobre el Gobierno.
7. Generar gran cantidad de documentación impresa sobre el TLC y sobre la oposición, apta para ser repartida
La documentación que hay que hacer es de tres tipos:
3) La que siembre cizaña sobre los lideres, motivos, métodos, financiamiento y vínculos internacionales del NO.
3) Que la empresa envíe de inmediato una carta al Ministerio de Planificación pidiendo que el gobierno le envíe un representante para hablar del Plan Nacional de Desarrollo o de la visión futura del país o algo por el estilo (eso para cubrimos las espaldas de cara al TSE)"
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