miércoles, 12 de noviembre de 2008

El chamanismo y lo pre-ontológico

Repasando Las enseñanzas de Don Juan para mi interminable tesis, recordé que al iniciar el curso de Contemporánea III algunas de las ideas del prólogo de Octavio Paz me parecieron muy cercanas a lo discutido en clase, pero no me atreví a mencionarlo. Al releerlo ahora, luego de haber concluido el curso, comprobé mi sospecha sobre la gran cercanía de ciertas ideas chamánicas con la dimensión "pre-ontológica". Veamos:

"La otra realidad no es prodigiosa: es. El mundo de todos los días es el mundo de todos los días: ¡qué prodigio!
La iniciación de Castaneda puede verse como un regreso... Vuelta a sí mismo, no al que fue ni al pasado: al ahora. Recuperación de la visión directa del mundo, ese instante de inmovilidad en que todo parece detenerse, suspendido en una pausa del tiempo. Inmovilidad que sin embargo transcurre -imposibilidad lógica pero realidad irrefutable para los sentidos-. Maduración invisible del instante que germina, florece, se desvanece, brota de nuevo.
[esto lo identifico con el post de la belleza del contraste]El ahora: antes de la separación, antes de falso-o-verdadero, real-o-ilusorio, bonito-o-feo, bueno-o-malo. [ruptura de los dualismos, por eso si-co-no, jeje]Todos vivimos alguna vez el mundo con esa mirada anterior pero hemos perdido el secreto. Perdimos el poder que une al que mira con aquello que mira. La antropología llevó a Castaneda a la hechicería y ésta a la visión unitaria del mundo: a la contemplación de la otredad en el mundo de todos los días. Los brujos no le enseñaron el secreto de la inmortalidad ni le dieron la receta de dicha eterna: le devolvieron la vista. [mirada pre-ontológica, aunque sería mejor "retorsión adumbrada": unidad de luz y sombra] Le abrieron la puerta [¿qué es la puerta?, jeje] de la otra vida. Pero la otra vida está aquí. Sí, allá está aquí, la otra realidad es el mundo de todos los días. [y por supuesto: lo ontológicamente más cercano, es lo ónticamente más lejano] En el centro de este mundo de todos los días centellea, como el vidrio roto entre el polvo y la basura del patio trasero de la casa, la revelación del mundo de allá. ¿Qué revelación? No hay nada que ver, nada que decir: todo es alusión, seña secreta; estamos en una de las esquinas del cuarto de los ecos, todo nos hace signos y todo se calla y se oculta. No, no hay nada que decir. [La encrucijada apofántica]"

Concluyo entonces con una cordial invitación a que los interesados en retornar a lo pre-ontológico recurran a los vehículos ilícitos de la ebriedad (peyote y lsd parecen buena opciones) para revolucionar la cotidianidad teledirigida.

8 comentarios:

roberto echeverría dijo...

heidegger y los chamanes.

tune in, drop out pues.

Agustín Gutiérrez Carro dijo...

Exacto, jeje. Pero primer: turn on!!!

roberto echeverría dijo...

jeje si, no se me olvida. lo que pasa es que ya lo hice en la mañana haciendo esta coreografía al salir de la cama.
http://www.youtube.com/watch?v=XW4DPIBO5OU.

eso es una retorsión adumbrada

roberto echeverría dijo...

La puse mal!: es esta, no dejen de verla y apréndansela.

http://www.youtube.com/watch?v=XW4DPIBO5OU&feature=related

Anónimo dijo...

Ustedes saben que la hechicería tiene mala fama desde tiempos veterotestamentarios. Además, con acercar a Heidegger al chamanismo o esas cosas, no nos hacemos un favor; digo, a nosotros, lectores de Heidegger. (Recuerden en la acera de enfrente a los conceptualistas críticos, patéticamente apelando a un logos fuerte).

Pero tendría una objeción con el cotejo. En suma, la siguiente expresión: «Todos vivimos alguna vez el mundo con esa mirada anterior pero hemos perdido el secreto. Perdimos el poder que une al que mira con aquello que mira».

Ahora, ¿ustedes creen que el olvido del ser sea equiparable con esa mirada perdida? ¿Heidegger se lamenta por recuperar algo perdido en un pasado dizque originario?

Eso dicen algunos. Yo lo niego.

Tendremos nuevamente Seminario sobre Heidegger el otro semestre.

(Valga la perínclita publicidá).

Agustín Gutiérrez Carro dijo...

Phiblogsopho, muchas gracias por el comentario.
Estoy de acuerdo, no es algo perdido que haya que recuperar, ya es pero oculto. Pero más allá de éste u otros reparos posibles, sostengo que si hay una relación cercana de algunas ideas. Y claro, esto no es un artículo académico, es más una nota curiosa.
Sobre el despresitigio de la hechicería, es innegable. Sin embargo, cuantos fueron quemados por herejes junto a las brujas, y ahora su pensamiento es admirado. Es decir, poco me preocupan aquellos que siguen quemando herejes.
Un abrazo, y nos vemos en el aula.

iNEXTERiUS dijo...

Cuando éramos güilas teníamos la mirada bastante menos contaminada de los dictámenes del mundo, como que la vida era mucho más rara y misteriosa no? Tal vez algo así sea lo que Paz llama una visión directa (intuitiva): volver a una cierta inocencia. No es que esté perdida en un lugar originario, sino que el mundo y el lenguaje mismo se encargan de velarnos la mirada, de modo que tendemos a olvidarnos de lo absolutamente desquiciado que es eso que llaman existir. Para Castaneda el rescate viene de experiencias misticas con chamanes y ciertas sustancias naturales, mientras que para los filósofos, viene de la filosofía. Que a nuestro rescate vengan ambas, digo yo.

Agustín Gutiérrez Carro dijo...

Gracias por el comentario Maca, hace días no dejabas el surco de tus letras por acá.
“De acuerdo con la lógica de los chamanes, en el caso de los seres humanos, el sistema para interpretar los datos sensoriales es su cognición. Sostienen que la cognición humana puede ser interrumpida temporalmente, ya que sólo es un sistema de taxonomía, en el que las respuestas de han sido clasificadas con la interpretación de datos sensoriales. Cuando ocurre esta interrupción, afirman los videntes que la energía puede ser percibida directamente como fluye el universo. Los videntes describen el percibir energía directamente como si diera el efecto de verla con los ojos, aunque los ojos intervienen sólo en forma mínima.”
Castaneda. Las enseñanzas de don Juan