martes, 7 de octubre de 2008

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

"Allí donde crece el peligro
crece también la salvación."

Hölderlin

Hace un año esperábamos expectantes el desenlace del referéndum. Atrás quedaban volantes, marchas y debates, rastros de la lucha de un pueblo que se atrevió a soñarse diferente. Y aunque muchos esperábamos un resultado negativo, ante la violación de la tregua electoral, la injerencia extranjera y la millonaria ofensiva de banderas y transporte; eso no lo hizo menos doloroso.
La mañana siguiente es la más oscura y fría que yo recuerde. La decepción ocupó los espacios que antes colmaban la ilusión y la esperanza. Donde antes se discutía con pasión, ahora dominaba el silencio. Probablemente por la magnitud de nuestras expectativas, la pesadumbre nos ha impedido ver con claridad lo que logramos a pesar del resultado. Aunque son muchos los logros, acá me referiré sólo a uno, el que considero más valioso.
En la antigua Grecia, aquellos que no participaban en la vida pública eran llamados idiotés. Antes del proceso de referéndum, yo, como muchos de mi generación, pertenecía a esa categoría. Crecer en un mundo unipolar que se anunciaba sin alternativas y el desprestigio de la política, nos hicieron creer que no había nada que pudiéramos hacer, que la situación era inevitable.
Hay quienes creen que el referéndum fue un error, hay quienes creen que fue una derrota; yo pienso que fue una oportunidad, una oportunidad que supimos aprovechar. Gracias a la iniciativa de la Convergencia Patriótica, los costarricenses participamos en un proceso político que nos recordó que nuestra acción, más que nuestro voto, cuenta. Que la historia no se ha terminado, que un futuro no es inevitable y que nosotros podemos construir nuestro propio camino. El referéndum fue una oportunidad para revitalizar la vida política del país, y se logró. Prueba de ello es que hoy, los jóvenes seguimos aquí, participando en política.
Un año después, la Convergencia Patriótica nos vuelve a convocar para señalarnos una nueva oportunidad, la oportunidad de unificar esfuerzos de cara a las próximas elecciones. De superar los detalles que nos separan, y enfocarnos en los grandes temas que nos unen. Recordemos, que el esfuerzo unificado de tantos y tan diversos costarricenses fue la principal fortaleza del movimiento contra el TLC; o como dijo el ahora converso Kevin Casas en el memorándum: “de una alianza formidable”.
Esta oportunidad de marchar juntos a la próxima contienda electoral se enmarca en un contexto particular. El capitalismo de nuestros días sufre una crisis grave y profunda, el desenlace es desconocido, pero los pronósticos son reservados. La crisis aumenta la posibilidad de construir caminos alternativos, que reduzcan la rapaz concentración de la riqueza, detengan la destrucción del planeta y permitan la convivencia pacífica. Sin embargo, un mundo mejor no es una condición necesaria e inevitable de la crisis. Dependerá de lo que hagamos nosotros, los opositores del sistema que colapsa, que en este momento de peligro crezca la salvación.
Hoy más que ayer, la unidad es la fuerza que necesitamos para construir nuestro camino. El costo de la división es demasiado alto, en nuestros hombros recae la tarea de construir una alternativa costarricense.


Leído el 7 de octubre en la proclama por una coalición patriótica.

2 comentarios:

Vivi dijo...

En el Conde de Montecristo, cuando a Villefort lo visita su papá, le dice: Vosotros estáis en el poder, no disponéis de otros recursos que los que procura el oro, mientras nosotros, que esperamos el poder, disponemos de los que proporciona la adhesión.
Y yo creo que nosotros todavía tenemos la adhesión ;)

Agustín Gutiérrez Carro dijo...

Linda cita Vi, yo también lo creo.